silencioarquitectos

Los edificios son, entre otras cosas, abrigos.

Si salimos y hace frío nos ponemos un abrigo, si no salimos y hace frío… ¿pasamos frío?. Queremos estar a gusto dentro de nuestras casas y oficinas!… y eso supone que nuestros edificios tienen que tener una capacidad térmicamente aislante digna. De otro modo no tendría sentido aceptarlos para vivir en ellos. Sin embargo a pesar de todo… es raro encontrarse con edificios decentemente aislados en España.

Estar bien aislado del frío o del calor tiene sentido cuando hace frío y hace calor, pero como no aislamos el problema avanza… porque como tenemos frío/calor dentro de los edificios, entonces buscamos elementos secundarios que nos generen ahora calor, ahora frío.

¿Tiene sentido esa generación eterna?, ¿no es más sencillo/económico/sano/reflexivo… mantener el calor antes que emitir más y más?

No pretendo prohibir o ser categórico, todo tiene -o tuvo- su sentido… solo pretendo decir que muchas veces parece que nuestras casas las ha construido una compañía petrolera y que si nos damos cuenta de ello entonces, y solo entonces, podremos solucionarlo.

De hecho si buscamos referencias:
· en el pasado las mejores casas tenían grandes espesores de barro de puro aislamiento y casi se comportaban, térmicamente hablando, como cuevas
· en la naturaleza, ya miremos los nidos de las aves o las madrigueras… ni siquiera se utilizan combustibles externos.

Aunque cueste algo más a la hora de construir… lo que se gaste se ganará en salud, bienestar, tranquilidad, y también dinero. Hasta reduciremos guerras si no consumimos lo que alimenta nuestras calderas y nuestros vehículos.

La naturaleza lo hace desde la noche de los tiempos y ya hemos construido casas en climas de frío extremo que no tienen instalaciones de calefacción. Todo funciona mejor así!

José Antonio Santos Pérez 🙂